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Los rociadores se montan sobre un brazo de ducha, ya sea en la pared lateral o en el techo. La altura del rociador de la ducha debe ser tal que permita ducharse con comodidad y eficacia. El rociador de la ducha debe estar a una altura tal que el chorro de agua alcance la mayor parte posible de la parte superior del cuerpo. Se suele hablar de una altura de 200-210 centímetros.
Si tienes una persona de dos metros en casa, tienes que colocar la ducha más arriba. Está claro que la altura del rociador de la ducha debe ser tal que la cabeza de la persona que se ducha no se choca con la ducha. En este caso, coloca el rociador superior a una altura mínima de 220 centímetros. En ese caso, es una buena idea considerar la posibilidad de instalar el rociador en el techo. En cambio, si el hogar está ocupado exclusivamente por personas más pequeñas, coloca la ducha mural más abajo para poder alcanzarla con las manos en caso necesario. A menudo es necesario limpiar la suciedad de la ducha, por ejemplo, las partículas de cal de las escobillas de silicona, lo que se recomienda hacer al menos después de cada dos duchas.
El rociador debe estar a una altura de unos 20 centímetros por encima de la cabeza del miembro más alto de la familia. Si hay una gran diferencia de altura entre los miembros de la familia, recomendamos adquirir un soporte deslizante para el rociador. Gracias a él, puedes cambiar la altura del rociador después de cada uso.