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En primer lugar, hablemos de la causa por la que el grifo ha dejado de funcionar. Si el grifo es monomando, la causa puede ser una válvula dañada o desgastada. A continuación te indicamos cómo solucionar el problema.
Tienes que retirar la maneta de control y desenroscar la válvula con alicates de cremallera. Encontrarás una junta en la parte posterior de la válvula que es necesario sustituir. Puedes comprar la junta en una tienda online, pero si no puedes esperar, en tu tienda de bricolaje o mercado de hobbies más cercano seguro que venden la junta necesaria. Las juntas son fáciles de sustituir. Si el grifo sigue goteando, habrá que cambiar toda la válvula. Tampoco suele ser difícil encontrar una válvula de repuesto.
En casa utilizamos más a menudo grifos monomandos. En este caso, la causa de la avería puede ser un daño en el propio cuerpo del grifo, que suele ser evidente a primera vista. Se puede ver que un brazo u otra parte del grifo está agrietada, por lo que el agua sale por otro sitio que no es el deseado. Aquí es donde recomendamos comprar un grifo nuevo. En teoría, se pueden soldar las partes problemáticas del grifo con soldadura; algunas personas simplemente recurren a la cinta adhesiva, pero estos métodos son arriesgados o solucionan el problema sólo temporalmente. Al fin y al cabo, un grifo nuevo no cuesta tanto dinero.
Sin embargo, puede ocurrir que el grifo no funcione aunque no veas ningún problema en la superficie del grifo. Por mucho que manipules la palanca, el agua no fluye. O el grifo gotea y no puedes detener el agua. En este caso, la culpa suele ser del cartucho.
Mencionemos también que cuando hablamos de un cartucho dañado, normalmente nos referimos a cartuchos de plástico. Cuando compras griferías modernas de fabricantes renombrados, normalmente encontrarás cartuchos cerámicos en su interior, que son muy duraderos. Los cartuchos de plástico se están retirando, pero aún los puedes encontrar en los cuartos de baño.
El cartucho es el corazón imaginario del grifo. Se encarga de abrir y cerrar el agua y, al mismo tiempo, regula la temperatura del agua mezclando agua fría y caliente. Si vives en un lugar con agua dura, con el tiempo el cartucho se obstruirá con cal. Las partículas de cal agresiva se introducen entre las placas del cartucho y, con el tiempo, el cartucho fallará. Si vas a sustituir el cartucho, por supuesto es esencial tener un cartucho de repuesto a mano. Algunos clientes tienen problemas para conseguir uno nuevo porque los fabricantes cambian constantemente de modelo de cartucho. Luego podéis buscarlo en otras tiendas, pero en ninguna tienen su cartucho disponible. Para evitarlo, es mejor tener un cartucho de repuesto desde el mismo momento en que compre su grifería.
Paso 1 – Desconectar el suministro del agua. Localiza la llave de paso bajo el fregadero o detrás del grifo para cerrar el suministro de agua.
Paso 2 – Retirar el indicador rojo y azul del grifo (agua caliente y fría) con un cuchillo afilado.
Paso 3 – Aflojar el tornillo sin cabeza. Debajo del indicador hay un orificio de montaje. Inserta la llave Allen y afloja el tornillo hasta que se pueda quitar la palanca.
Paso 4 - Debajo del manguito de plástico cromado encontrarás el cartucho. Hay que sacar el cartucho, lo que a veces es un problema si ya está muy obstruido con cal. ¿Cómo proceder? Asegúrate de no utilizar alicates de cremallera, ya que sólo conseguirás dañar el grifo. Es mejor manipularlo con cuidado con una llave inglesa.
Paso 5 - Una vez extraído con éxito el cartucho viejo, puedes colocar la junta en el cartucho nuevo, dirge las ranuras del cartucho hacia los orificios correspondientes del cuerpo del grifo y desliza el cartucho hacia dentro.
Paso 6 – Enroscar el tapón y colocar el anillo decorativo. Vuelve a enroscar el tapón y coloque el anillo decorativo. Agarra de nuevo la llave Allen y coloca la palanca de control. Por último, vuelva a colocar el tapón con el indicador de agua caliente y fría.
Paso 7 – Conectar el suministro de agua y comprobar que el agua fluye como debe. ¡Ya tienes el grifo arreglado!