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Un grifo de cocina se fabrica en muchos acabados y con distintos equipos. Cada uno es un poco diferente de mantener. Sin embargo, es importante recordar que cada uno requiere cuidados continuos y relativamente suaves. Olvídate de las bayetas metálicas, los productos químicamente agresivos o la fuerza bruta. Para el tratamiento diario, un paño húmedo o el lado suave de una esponja con un poco de líquido lavavajillas es suficiente para limpiar la batería y secarla a continuación. Concéntrate en los puntos de riesgo, como donde el grifo está sujeto al fregadero o a la encimera y donde se dobla la palanca.
Los grifos de fregadero metálicos, que incluyen los acabados cromo, acero, níquel o latón, están disponibles tanto en acabado brillante como mate. La ventaja de esta superficie es su gran resistencia a los daños mecánicos y químicos Sin embargo, no son inmunes a la cal, aunque las superficies suelen tratarse contra ella con tecnología especial Esto dificulta la acumulación de cal, pero desgraciadamente no puede evitarla por completo. Para una limpieza normal, basta con utilizar una esponja de cocina para eliminar la suciedad común y secar la pila. El inconveniente de los grifos metálicos, sobre todo los de superficie brillante, es la formación de mapas antiestéticos o impresiones de gotas secas.
Entre los nuevos materiales figuran los compuestos, como el granito. Permite jugar con el color en la cocina, ajustando literalmente hasta el último detalle de color. Junto a los fregaderos de granito han aparecido también grifos de granito a juego Suelen llevar el llamado revestimiento de granito, que consiste en un colorante y un aglutinante acrílico. En consecuencia, son mucho más susceptibles a los daños mecánicos. Evita los objetos afilados, los alambres y el lado más áspero de la esponja. Recomendamos aplicar el producto de limpieza con un pulverizador, dejarlo actuar y limpiar a continuación con un paño fino. Para la suciedad seca primero aplica un "baño", para que la suciedad afloje y se pueda limpiar más fácilmente. Esta es también la respuesta a cómo mantener un grifo negro, que sólo tiene el revestimiento mencionado y, por tanto, es más vulnerable a la abrasión o al desconchado de la pintura.
Como ya se ha mencionado, las zonas de riesgo de un grifo de fregadero incluyen el punto de fijación al fregadero o a la encimera de la cocina y también el punto de flexión de la palanca de control (alternativamente, el punto de giro de la maneta del grifo termostático o de la palanca de control. La forma más sencilla es aplicar el producto de limpieza, dejarlo actuar durante al menos 15 minutos y, a continuación, utilizar un cepillo de dientes suave desechado para eliminar suavemente los restos de cal. Si tienes un grifo de fregadero con ducha extraíble o caño, asegúrate de cuidarlo también. Además de la descalcificación, trata también el mecanismo que garantiza un cómodo retorno a su posición original. Normalmente basta con un poco de lubricante para baterías.
Sea cual sea el grifo de fregadero que tengas, fíjate también en el colador, el aireador. Aquí es donde puede producirse la desagradable acumulación de cal y reducir la eficiencia del grifo. Los productos modernos tienen un aireador fácilmente extraíble (sólo se necesita una moneda). De lo contrario, tendrás que utilizar herramientas y retirar el colador. Lo mejor es meterlo durante unos minutos (incluso horas si está muy sucio) en un baño de vinagre Se puede volver a utilizar un cepillo de dientes desechado para frotar suavemente la pantalla y limpiarla. A continuación acláralo todo con agua Y vuelve a instalarlo. Una alternativa al vinagre puede ser un baño de ácido cítrico.
CONSEJO SANITINO: También hemos preparado para ti consejos sobre cómo limpiar el fregadero. Lee el artículo, cómo mantener un fregadero de acero inoxidable, o cómo cuidar un fregadero de granito